Somos Balbina Garcia y Toni Osorio y estamos recuperando viñedos abandonados. Tenemos un compromiso con la tierra, que es devolverle su estructura original en equilibrio con el viñedo. Es así como entendemos que debe preservarse el paisaje y estamos convencidos de que es así como obtendremos los mejores frutos para hacer nuestros vinos.
Nuestras herramientas son la desbrozedora, la segadora, el chapo y las tijeras. No tenemos tractor, labramos lo imprescindible para incorporar materia orgánica (en forma de estiércol, compost y microorganismos de bosque) y para descompactar el suelo. No utilizamos ningún producto de síntesis, pesticidas ni insecticidas. Nuestros viñedos conviven con la fauna y flora locales que son nuestros mejores aliados y nuestro suelo empieza a recuperarse de tantos años de agricultura erosiva, gracias a la agricultura regenerativa.
En la bodega trabajamos con la misma filosofía que en el viñedo, nuestra única materia prima es la uva, todo lo que necesitamos para hacer vino, proviene del viñedo. Utilizamos variedades locales de uva y fermentamos los mostos con sus propias levaduras provenientes de la piel. Después de la fermentación, los vinos reposan en diferentes recipientes y se clarifican por gravedad con el frío del invierno hasta el día del embotellado. En el momento del embotellado no añadimos ningún mejorante ni conservante, a excepción de pequeñas dosis de sulfuroso en contadas ocasiones.